.... entonces aprendí ( recuérdalo,
guárdalo en tu cuerpo como tu instinto más básico) que todo golpe pierde su sentido demasiado pronto y demasiado tarde: se debe dar el golpe no cuando se debe, sino cuando es una
necesidad íntima, tan personal que la mordida venga desde la raíz lastimada del orgullo... y orgullo, sí, porque es donde
les fridges disuelven para matar poco a poco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario